El sábado aprovechamos en el Retiro para tras calentar 8km, meter 3 cambios de 5min, recuperando 3min, que salieron 4.20, 4.11 y 4.07. Y el domingo se corria MAPOMA, que para mi, siempre ha sido una fiesta, porque aún no lo he corrido y siempre hemos ido a animar a nuestros amigos y últimamente a acompañarles los últimos Km. Este año lo corría mi amigo Alfonso Carcasona, al que ya tuvimos el placer de acompañar el año pasado en el maratón de Barcelona. La verdad es que Alfonso no llegaba al 100% de su forma pero la experiencia y la Calidad es un grado.
Quedamos a las 8 de la mañana en el Retiro con Pepe y Marisa, mis padres, Emilio y Gracia y poco a poco se nos fueron uniendo amigos como Angel Serrano con quien nos uniríamos a Alfonso. El día era espléndido y el sol amenazaba ya a los runners. A las 9 dio comienzo el Maratón y en un lateral de Recoletos aplaudimos y gritamos tanto como podíamos animando a aquella masa sedienta de km y que parecía no tener fin. Me hizo gracia el comentario de Serunner: “Y cómo será en NY?”. “Pero no has corrido NY?”, le dijo Marisa. “Sí, pero como la he corrido, nunca me había fijado en la Marabunta de personas que participan”. Efectivamente aquello era impresionante.
(Luis, te cojo prestadas un par de fotitos chulas)
Nos quedamos allí a la espera de ver pasar a los corredores en el km.8 del 10.000 y sobre todo, para deleitarnos con el alarde de poderío de Gebreselasie. Desde allí, nos subimos a la calle Fuencarral: Km17, donde nos colocamos a ambos lados de la calle; al ser una calle estrecha y en curva, el ruido que haciamos con los aplaudidores y los gritos era realmente atronador. Algunos corredores parecían incluso ruborizarse al paso de nuestros ánimos. Pasó Diego, al rato Juanjo, Arturo y Quique. Nosotros a la espera de que Alfonso pasara y tener ya referencia de cómo iba. Al pasar, Angel y yo cogimos el metro y nos plantamos en PPío. El calor era ya algo agobiante. Ibamos trotando camino del km. 23 ó 24. Los vi a lo lejos. Nos quitamos las camisetas de algodón y nos pusimos a su lado. Iba con Juan Matíes, que le había cogido en el km.15. Sonrió. No va mal y lleva buen ritmo, me dije. Le observé la cara. Gesto serio, demasiado concentrado?, pensé. Km á km entramos en la siempre dura Casa de Campo. “Esto nos lo conocemos, Alf”, le dije. Llegamos al Lago, saludó a su familia y encaramos el Paseo de Plátanos. Algo fallaba. Le cogí agua y se tomó un gel. Justo antes de la cuestecita que conducía a la salida de la CdC estaba Luis Combarro, haciendo fotos a diestro y siniestro cual profesional de prensa. En la salida estaba un chaval, amigo de Alfonso, realmente emocionado de verle. Creo que eso dio algo de fuerza a Alfonso para bajar la Avenida de Portugal, pero en el km.33 paró a tomar aire un minuto escaso. Despacito reanudamos la marcha por Paseo de la Ermita, pero ya no podía. Tenía el estómago encogido y la cabeza se le había ido ya. Desde el 36 ya decidió terminar andando. En el 37 nos pidió a Serunner y a mi que nos adelantáramos a avisar a su familia que llegaba, pero andando, que no se preocuparan. Camino al Retiro nos encontramos a un amigo suyo y con su móvil, llamó a su mujer y le avisó. Así que, me di la vuelta y volví a por mi amigo. Si él había decidido terminarla andando, yo la iba a terminar con él. Ese día, Alfonso me dió una lección, una lección de humildad y sacrificio que, sinceramente, necesitaba. Este era su 11º maratón.
¿Cuántos hubiésemos sido capaces de terminar así? ¿Cuántos, a sabiendas de irnos en más de una hora de nuestro tiempo? Seguir andando, viendo como te pasan los globos de 3.30, 3.45, de ver alejarse nuestros objetivos y de ver pasarnos gente, mejor o peor que nosotros. ¿No sería mejor buscarnos una excusa y retirarnos?
Juan y yo intentábamos animarle, pero el estómago le seguía doliendo. A la entrada del Retiro, le decimos si puede hacer un último esfuerzo y como el gran campeón que es no sólo lo intenta, sino que lo consigue. Aún le quedan fuerzas para sonreir a su familia y cruzamos la línea de meta. Lo consiguió. Al final, el domingo me salió el mejor entreno de Calidad de hace mucho tiempo. Gracias Alf!