Correr Definitivamente no es de Cobardes

Correr Definitivamente no es de Cobardes

23 octubre 2012

Crónica Maratón Chicago 2012


Tenía pendiente escribir la crónica del Maratón de Chicago, pero con las vacaciones que me tomé no he podido pararme a sentarme a escribir hasta ahora.

Cogí vuelo directo a Chicago el viernes anterior a la prueba, 9h30min de vuelo bastante matador que junto a la diferencia horaria hicieron que nos plantáramos en Chicago a las 3 de la tarde. Ducha rápida y medio-desveladora para que sin pensar en el sueño que me invadía me aguantara a sobrellevar la tarde (en España eran ya las 11 de la noche). Cogimos los autobuses que la propia organización del maratón ponía a disposición de los corredores y que a través de varias rutas circulaban por toda la ciudad llevándonos a la Gran Expo en el Centro McCormick.



Como siempre os cuento, estas Ferias son realmente impresionantes. Con un gran espacio para el principal partner “deportivo”, Nike, y numerosos stands de otras gran marcas deportivas, muchas de las cuales son menos conocidas en España o menos accesibles.













La gente de Nike pasándolo en grande

Allí cargué bien, para qué negarlo. Encuentras artículos y cosas que difícilmente llegan no aquí.

El cansancio hizo mella y regresamos al hotel. Cenamos pizza en uno de los pocos restaurantes donde no teníamos que esperar cerca de 30-40min para ser atendidos y a dormir.

A las 6 de la mañana de allí (13.00 hora española), el jet lag hizo acto de presencia. Así que incapaz de volver a dormir, me vestí para salir a rodar 25-30min por la zona del Pier. Aunque día espectacular de sol, frío helador, con cerca de los 4ºC. Disfruté de las preciosas vistas al lago Michigan y de ver a multitud de runners que ansiosos como yo disfrutaban de su último rodaje antes de la fiesta.

Como ya conocía Chicago de un viaje anterior en 2009, no andaba muy agobiada con conocer cada rincón de la ciudad. Así que dediqué el sábado a pasear sin abusar por el parque del Millenium y hacer algo de shopping.


La tarde previa fue un infierno en cuanto a nervios. Nunca lo había estado tanto y desde España recibía numerosas muestras de afecto y ánimos, que me pusieron la piel de gallina. Cené pronto y me fui a dormir...lo que pude, ya que me desvelé varias veces.

A las 4.20 sonó el despertador. Me ducho y bajo a tomar un café y unos cereales a la cafetería del hotel. Subo de nuevo a la habitación Toca ritual. Me coloco Compeed en el dedo que me ha estado dando guerra este verano con varias ampollas, me embadurno bien los dedos de los pies de vaselina y me coloco los calcetines. Malla del Club. Camiseta que Bunch Sports tuvo a bien hacerme para este maratón tan especial. Todo un lujazo de top, con los nombres de los 5 Majors ordenados cronológicamente según los he ido corriendo y el año en el que lo corrí:



Me enviaron uno en lycra y otro en tejido hidrofóbico que fue el que utilicé para correr.

Las zapas elegidas, las Adizero tempo5 con las que estoy alucinando. Zapatillón por ligereza y amortiguación!

Encima el chandal y algo de abrigo y nos fuimos a la salida. Lo peor además de los nervios el frío. Acostumbrada a entrenar con 35-38ºC como he estado haciendo, sentir el frío aguja en la cara me tenía preocupada sobre todo para la salida. Despiste mío fue no echar una crema de calor en la maleta, aunque no imaginaba semejante temperatura; de hecho las previsiones daban 10ºC de mínima.
La Organización espectacular desde el principio, todo muy bien indicado y con varias personas con el cartel de “Ask me” para todos los nuevos y/o despistados. Dejamos la ropa en el camión y nos dirigimos a la salida. Wave 1, la primera oleada salíamos a las 7.30 de la mañana.

Es el peor momento. Son 10min eternos. Ahí estaba. Diminuta e inmersa en una jauría de 45.000 personas nerviosas, oliendo a sudor, reflex...caras de expectación, de alegría, de preocupación. Y cada uno con sus miedos. Yo sólo quería correr. Pensaba en mi familia, amigos y me ponía aún más nerviosa. Ellos están ahí. Lo sabía. Pero corro yo. El sufrimiento y el dolor al que tanto temo lo iba a padecer yo.
Suena el himno estadounidense y comenzamos a movernos. Ya no hay excusas. Sólo corro.

Me costó pillar el ritmo. Es lo que tiene estar acostumbrada a que te marquen el ritmo. La milla debía pasarla entre 7.26 y 7.35. Así que tardé 2 millas en pillar el ritmo para tratar de ir sobre lo esperado. Las calles están abarrotadas y de la milla 2 a la 3 es impresionante el griterío de la gente. Estoy en Chicago, pienso. Disfruta y corre.

Voy viendo grupos de personas con un dorsal en la espalda indicativo del tiempo a por el que van. Me asusto porque veo que gente de 3h30 van por delante mía y con buen ritmo. Me asaltan dudas. Y decido pasar de ellas. Llevo un ritmo cómodo y el paso por milla es bueno. El maratón es largo.

Llego al km10 y piso con fuerza la alfombrilla. Voy bien. Esto pinta bien, me digo. Primer gel que tomo tranquilamente. Los avituallamientos son numerosos; cada 2 millas puestos con bebida isotónica y agua, ambos con vasos diferentes para poder diferenciarlos bien. No hay ningún problema en avituallarse bien. No te frenan como sí pasa en Berlín.

Y las millas siguen pasando. Me encuentro bien. Voy con otras dos chicas, una rubia y otra asiática que inconscientemente y sin haberlo hablado, nos entendemos y va tirando una milla cada una. Vamos clavando ritmos.

Km 20, segundo gel. Comienzo a preocuparme. Me noto algo más cansada de lo que debiera. No soy nueva en esto. Sé cómo debería ir para que todo vaya bien. Pero esta vez no es igual, me digo. Esta vez vas a correr de verdad, vas a arriesgar. Tienes que sufrir. Paso la primera media en 1h40. Sonrío a pesar de todo. Todo va a ir bien, me digo desconfiadamente.

Sin embargo, algo me dice que no. Y empiezo a bajar algo de ritmo. Pierdo sin saber cuando a mis dos compis de carrera y voy luchando cada milla como nunca antes y consigo llegar al km 30. Me tomo un tercer gel. Me pregunto si seré capaz de abrirlo. Me siento tan cansada. Además noto sobrecarga en el cuadriceps derecho y el gemelo izquierdo. Me animo yo sola, intento distraerme con el paisaje, la gente y llego al 35. A partir de aquí ...Reventón!! poco puedo contaros porque apenas me acuerdo. Es el “momento abstral” que sufrí en Londres en 2009 en mi primer maratón y del que sólo recuerdo a la gente aplaudiendo, gritando y a mi misma diciéndome que quería acabar y que mejor seguir a ritmo trotonero que parar. Los 7km más largos de toda mi vida. Paré a andar únicamente en dos avituallamientos para al menos beber y comer bien pero me mareaba tanto que decidí no volver a parar por si me caía y acababa el maratón en ambulancia. Eso no!!




Pisé la línea de meta. Esta vez no lloré. No tenía fuerzas. Andaba cual zombie intentando devolver la sonrisa a los miles de voluntarios que nos ayudaban y nos felicitaban. Y poco a poco fui consciente. Había terminado. No con la marca esperada pero lo había conseguido. Tengo los 5 Majors y soy la 2ª mujer más joven del mundo en haberlos acabado. Sí, suena muy friki, pero es mi frikeza y me siento orgullosa.

03 octubre 2012

Para que luego digan....

Se acabó lo que se daba.


Cuando inicias la preparación te queda un mundo. Inmerso en plena vorágine de km sólo te quejas. La última semana nervios y dudas.

La última semana, personalmente, en mi caso es la peor. Bajada drástica por no decir escandalosa de km y de cualquier otra actividad física con la que solía rellenar los huecos de descanso activo. Aunque no disociada al 100% porque no puedo acostarme sin deleitarme con un par de manzanas, sí que paso hambre hasta el miércoles. A partir del jueves y de manera progresiva meter algo de hidratos en cada comida se convierte casi en una obligación, por no decir obsesión.

Y no olvidemos el “pastillero de la agüela”: 3g de carnitina diarios en ayunas, Fluimil para limpiarme bien de “moquillos”, hierro y ampolla de Zn-Cu para evitar posibles dolencias hormonales que me temo podrían aguarme la fiesta. A lo que sumo el litro diario de bebida isotónica (sin hidratos, solo sales) que me obligo a beber.

Y eso que no somos profesionales.Tampoco creo sea necesario. El maratón podría salir igual sin hacer todo esto. Pero son ya pequeños hábitos/manías que vas adquiriendo a fuerza de maratones.

La predicción del tiempo es buena, de hecho, muy buena. 2ºC de mínima y 12ºC de máxima, parcialmente soleado, y es que empezar un maratón con frío es lo ideal. El tiempo es una de las grandes incógnitas de Chicago. Hace 3 años, en 2009, cuando ya estuve por allí, mis amigos corrieron con hasta -3ºC y el año anterior fue la edición que terminaron por suspender a las 4h del extremo calor que estaba haciendo. Nunca se sabe. Parece que este año, el tiempo nos acompañará, aunque sinceramente preferiría correr con algo más de calor.

Han sido 1.175Km desde el 23 de Julio, casi 200 de ellos han sido de Calidad. Entrenos ha habido muchos y muchos los que recuerdo por diferentes motivos.

Hubo un “cambio” en mi actitud en los entrenos a mediados de Agosto, a raíz de un test que Ramiro me hizo en Alcobendas después de mis mini-vacaciones. Ramiro es duro, exigente. Pero sabe mucho y me vio muuuy cansada. Recuerdo sentirme fatal no sólo por mi sino por mis compañeros que habían estado ayudándome en los entrenos. Y me dije que tocaba demostrar lo que valía. Esto fue un punto y aparte.

A partir de entonces los entrenos han salido, unos con mejores sensaciones que otros pero han salido. Con especial cariño recuerdo un sábado en la pista de San Sebastián de los Reyes, que tocaban 2x10x400 con 1min de recuperación. Entreno duro donde los haya que prácticamente me casqué sola, con Alberto ayudándome series alternas, y saliendo al final cerca de 4s por debajo de lo que Pytu me había marcado. Creo que ahí fue cuando empecé a creérmelo.

Ha habido muchos entrenos duros. Los miércoles en la pista he sufrido como nunca antes lo había hecho para preparar un maratón. Si no llega a ser por mi grupo de “Liebres”…… indudablemente se mejora si entrenas acompañado de gente y más aún si son de mayor calidad. Eso sí, ha habido entrenos en los que no podíamos dejar de reir. “Si es que váis jugando” me decía Ramiro. Si por algo me da pena que llegue ya Chicago es por perder esta pequeña intimidad que hemos creado entre nosotros.

Pero todo llega. Correr el maratón de Chicago supondrá haber corrido los 5 Majors pertenecientes a los “World Marathon Majors”, y reconozco que me llena de satisfacción (Londres 2009, NYC 2010, Boston 2011, Berlin 2011). Por eso decía en un post anterior que supone el fin de un ciclo para mí.

Tengo mucho y a mucha gente que agradecer su apoyo y ánimos durante este preparación…..

Al equipo de Foroatletismo (Raquel, Salva, Jonathan, Rorro) por sus siempre palabras de ánimo y admiración.

A Bunch Sports por su apoyo y ese fantástico y “especial” top que me han diseñado para correr el maratón, que en breve os enseñaré.

A ADIDAS por las super Adizero Tempo 5 con las que espero “volar”.

A Nike+ TomTom y Angel por facilitarme poder ir bien controlando cada paso por milla.

A Victory Endurance (Emilio, Montse,….) por esas barritas, geles, recovery y demás productos que me han ayudado enormemente en los entrenos y facilitado mi recuperación.

A OXD por esos cuidados extra tan sumamente necesarios.

Y a mis amigos que no me han descuidado ni un momento, no dejándome caer y sacándome una sonrisa que me ayudara a seguir corriendo: Pedro (al que tendré más que presente a partir del km.29), Alex S (porque siempre estás ahí y siempre feliz), Alex A (porque sabes cómo animarme y sé que recordaré tus palabras en los peores momentos…”Pelea por un carrerón”), Luigi (por tu cariño), Alberto (porque soy “muy monga” y en Chicago fliparemos), a Victor (porque vaya tara tenemos tuuu…), a mis liebres, Micra (por darme toda una lección de humildad y saber estar), a Perdi (por esas risas en plena serie), a Jorge (por aquellos ánimos corriendo de espalda….), a Alber (por aquel “estás fuerte jodía”), a Chema (por sus “Enorme” y su lección de resistencia este pasado sábado en CdV12), a Carlos ironmanes (por su seriedad en el grupo y querer ayudarme acoplando entrenos), a Legolas (por ese anárquico correr) y en general a todo el Club Menorca que me han acogido enseguida y me han hecho disfrutar de esto como nunca y por los que me he sentido como una niña mimada (las Ire, Mar, Raquel, las Cris, Susana, Torres, Bisbi, Tony, Javi, Raquel, Encarni, Bea,….) y a Ramiro por supuesto por su ayuda, regañinas y esa sonrisa que tanto buscaba en él tras cada entreno. Especial dedicatoria tengo de manera inevitable para Pytu. Todo un reto para él entrenar a alguien tan indisciplinada como yo y que apenas conocía. A base de entrenos y charlas ha sabido sacar lo mejor de mi y hacerme sentir feliz. Nunca antes había tenido tanta empatía con un entrenador como con él; es una de las mejores personas con las que me he encontrado por la vida, de una tremenda calidad como corredor y mayor calidad humana aún. Mucho podría decir de él, pero eso me lo quedo para mi.

No me quiero olvidar de mis niños del gym: a Javi, JuanPe, Jose y Carlitos, ni el Telefonica team: Arturo, Kike, Alberto, Marcos, Alfonso….a Serunner (por ser tan friqui), a Nacho, Moi, Noe, Bea….….y a los cientos de mensajes que estoy recibiendo esta semana y que, de verdad, me están desbordando y sorprendiendo y de los que os estoy tremendamendamente agradecida.

Para que luego digan pero….Correr Definitivamente no es de Cobardes.