Correr Definitivamente no es de Cobardes

Correr Definitivamente no es de Cobardes

29 abril 2013

Crónica del Maratón de Madrid



Ayer, último domingo de Abril, como viene siendo un clásico en Madrid, se celebró su Maratón. A pesar que llevo corriendo maratones unos añitos (tampoco demasiados pero sí algunos), nunca me había atrevido a correr Madrid por lo que había oído de él. Hoy, el día después de correrlo, puedo decir con rotundidad que POCO es lo que dicen, hasta que no lo compruebas en tus propias chichas. Es sin lugar a dudas el maratón más duro que he corrido nunca.

Los partes meteorológicos venían avisándonos desde hacía días. Reconozco que fui algo escéptica, y es que el mismo miércolespaseaba por Madrid en manga corta, cómo iba a pensar que se produciría este cambio tan radical? El viernes caían las primeras gotas y el sábado el viento ya hizo acto de presencia. En definitiva que el domingo amaneció algo nublado, aunque de esos cielos que sabes no dejarán lluvia,  bastante frío y con rachas de viento. Es lo que había, tampoco se podía hacer mucho. En carrera salvo el viento, el frío apenas me molestó, salvo ya en meta donde me quedé hipotérmica.

De previa poco os voy a contar. Semana de auténtico relax en cuanto a entrenos, bajando km hasta en más de un 70%. Masajes, hidratación y mimos fueron mi día a día. Creo que nunca me lo había tomado tan en serio y tan a rajatabla como en esta ocasión. Me acerqué por Expodepor los tres días de la Feria porque tenía que ver amigos pero apenas unas horitas cada día.

El domingo me levanté a las 6 para desayunar - 3h antes de la carrera -. Mi desayuno el día del maratón es bastante contundente: papilla infantil líquida con avena. Es lo que tomo siempre y me va bastante bien, porque lo asimilo sin problema y no llego con hambre a la salida. Por supuesto sin olvidarme del omeprazol, para proteger al estómago de los geles y demás en carrera.

Me duché y comencé con mi rutina. Apósitos donde habitualmente salen ampollas, bien de vaselina por los pies, cuidando extenderla también entre los deditos. Te colocas bien los calcetines, las medias de compresión (aunque las dejo bajadas sobre los tobillos y me las coloco bien luego), el top, más cremita en la zona del pulsómetro….ya sabéis.

A las 8 estaba ya en Colón con mis compañeros del Clínicas Menorca con un estado de nervios que pa qué. Calenté apenas 5min y me puse de corto. Fuimos al cajón de salida, afortunadamente saliamos todos juntos desde el primer cajón.

A correr. Sólo los 300 primeros metros me costó poder correr bien por la gente, luego sin problemas menos algunas curvas que eran más bien cerradas, sobre todo al principio que hay más mogollón y estamos menos espaciados.

Los primeros 5km hasta Pza. Castilla, subida interminable; no conseguí ir a ritmo, no encontraba sensaciones y no quería forzar que me esperaban aún muchos km. Así que preferí aguantar, llegar al km 5 y ver si me iba metiendo en carrera, Se me cargó el gemelo izquierdo para variar y pensé que si no empezaba una maratón con algún dolorcillo…malo!!

En cuanto giramos en Pza. Castilla y comenzamos a bajar fui encontrándome mejor, pudiendo ir  a ritmo, aunque ya fui viendo que con tanto sube—baja, las 3h20 eran mucho pedir.  Del 6.5 al 7.5 me parecieron una broma bastante pesada, subir por Paseo Habana y luego volver a girar y subir de nuevo por Pío XII. Así llegaron los km de toboganes por Velazquez y Joaquín Costa, que los conseguí enfilar bastante bien.

Km 12 y llegamos a la zona de Nuevos Ministerios, y aunque zona complicada también, la multitud de gente te lleva en volandas. Llegas a Sta. Engracia, giras y corres unos 500m por Bravo Murillo para enfilar ahora ya en bajada Islas Filipinas, Guzmán el Bueno y Alberto Aguilera. Llegando a Fuencarral donde nos despedimos de los que iban a correr sólo Media Maratón.

El barrio de Chueca vibraba con la gente, nos hicieron pasillo…impresionante!. Veo a mi padre y me da un gel que abro y del que tomo algo más de la mitad.Giramos por Gran Vía y bajamos por Preciados para llegar a Sol. Sin duda punto neurálgico en cuanto a público. Damos la vuelta a la plaza y nos metemos por Mayor que pica en su primer tramo y luego baja para hacernos girar a la derecha en Bailén y pasar por delante del Palacio de Real. Mucha gente de nuevo. Es sin duda mi zona favorita del Mapoma. Nos hacen desviarnos hacia la derecha del puente y veo a lo lejos la multitud que ya se dirige a Ferraz, a la Media Maratón, aunque claro, antes subida progresiva por Paseo Rosales.

Justo en la curva de Ferraz me espera mi amigo serunner, me mira, le sonrío, voy bien y lo primero que le digo es que todo lo que me habían dicho de Madrid era poco. Bajamos por el Parque del Oeste para llegar a la Avda. de Valladolid que por el viento se me hizo eterna. Sabía que mi padre me esperaba en el 25 (portando aún 2 geles más), así que en eso me centré para que se me pasara lo más ameno posible. En P.Pío la cantidad de gente también impresionante. Le digo a Serunner que tiene que estar mi padre y que en cuanto le vea me abran uno de los geles. Pero entramos en la casa de campo y no le vimos. Así que echo mano al bolsillo de la malla y saco el gel que llevaba yo, lo abro y me tomo la mitad, se lo doy a Serunner que me lo guarda para mi sorpresa para un par de km después.

El tramo de la casa de campo es duro, muy duro. La subida rodeando el Lago es un auténtico repechón y las fuerzas ya escasean algo (a la espera del efecto del gel),  tiro de brazos lo que puedo. Ya arriba, con el Lago a la izquierda seguimos subiendo por el Paseo de los Plátanos. Es un tramo eterno porque subes y subes y no ves la curva en la que volver para salir de la casa de campo. Km 27.5 y están dando geles de PowerBar. Le digo a Serunner que coja uno por si no conseguimos ver a mi padre y pudiera necesitarlo. El gel parece hacer efecto y me tomo además el resto del que me había guardado. Justo al principio del cuestón con el que dejamos atrás la casa de campo está mi padre, me ve la cara y serunner le dice que no pregunte, que la niña está pasado un tramo complicado de fuerzas. Aún así aprieto los dientes y subo la cuesta con fuerza, incluso consigo quitarme la zona “tan rollo” de San Isidro habiendo superado el medio-bache de fuerzas.

Sin embargo en la  zona de la Virgen del Puerto ya no volvía a ir fresca (Km 35) y la subida por la calle Segovia termina de rematarme. Serunner me dice:”Si yo llevo los cuádriceps super cargados, ni imagino cómo debes tenerlos tú”. Para mi sorpresa no son los cuádriceps lo que me duele sino los glúteos.

El resto de km un auténtica lucha por seguir avanzando, Paseo Imperial, Paseo Acacias, Embajadores….sólo quería ver el Reina Sofía para saber que ya estaba en Atocha. Hasta Atocha se te hace larga hasta que enfilas Alfonso XII. Suerte tuve que no me percaté del km.39 con lo que esperándole vi el km. 40 y me sobrevino una tremenda sensación de confort. La subida hasta el Retiro se sube sola por la cantidad de gente que está ahí, animando, aplaudiendo, gritando…llegas a la Pta. de O’Donnell  y giras para entrar en el Retiro. Ya estás en casa, me dice mi padre. No me queda nada. Y de repente oigo un grito desgarrador a mi izquierda….”Ya está Tata, ya está”, giro la cabeza y veo a mi hermano y a mi madre. Las lágrimas hacen un intento de aparecer y es mi padre quien me limpia la lágrima bajo las gafas.Es esta escena la que tengo guardada a fuego en mi mente, es eta escena la que hizo recordarme porque quería correr el Maratón de Madrid. Y esto fue lo que me dió alas para llegar bien a meta.

Fue pisar la primera alfombrilla, pararme y abrazarme a mi padre y serunner. Los sentimientos y emociones que se me pasaron en ese momento por la cabeza fueron miles. Pero lo había vuelto a hacer, y esta vez al maratón más duro que he corrido nunca. 

26 abril 2013

...Una de agradecimientos


Venga va!!! Que sí, que va uno de “sensiblería” – que no barata -, que ya sabemos que la última semana se vive todo de una manera más intensa, más “a lo Gran Hermano”. No sé si será una manera de canalizar ese exceso de energía que no empleamos entrenando y que tenemos a bien reservar, pero, personalmente, mis emociones y sensibilidad están a flor de piel.

Por esa razón, y porque me da la gana, ahí va uno de agradecimientos. 4 meses de preparación dan para mucho (sobre todo este maratón, que madre mía….) y llegar aquí ya es un éxito. Y no lo he conseguido sola.

Primero agradecer a las muchas personas anónimas que no conozco personalmente pero que con esto de las redes sociales me han enviado mensajes de ánimo. Personas que por una cosa u otra se han sentido identificadas por las “chorradas diarias” que iba escribiendo y que han perdido un minuto o dos o lo que sea en escribirme para darme fuerza, apoyarme o criticarme. Con todo creces. Gracias!

Gracias a los que además he tenido la suerte de conocer en persona y ya comparto aventuras en persona: Darío Collado, Dani Casaus, Macu, a los locos “Drinking Runners” con los que he tenido la suerte de coincidir varias veces y a los que estoy tremendamente agradecida por sus siempre “bonitas palabras” conmigo, en especial a Alberto, los Javis y Pablo.

Gracias a mis compis del Clínicas Menorca, porque preparar un maratón con casi 30 personas, hacer series y escuchar ánimos mientras vas sufriendo, ayuda y mucho. Gracias a Bea por tirarme series y darme charleta para que se me pasaran rápido, a Encarni por sus regañinas y broncas maternales, a Raquel, a Cris, a María, a Mamen por tu cariño, a Torres y Jorge por ser mis compañeros de pista, a Perdi por estar siempre ahí, a Micra, a Al e Ire porque os quiero mucho, a Chemita por animarme en la distancia, a Pytu por saber cuando necesitaba un abrazo, a Edu y a Elena por su simpatía, por su cariño y decirme lo que necesitaba oir en los malos momentos, a mi Carlitos-maratones, por defenderme y animarme, a Javi por esos mails que siempre me sacan una sonrisa, a Julio, a Rafa por ese siempre “Vamos Rosita” en cada curva, a David, a Toñín, a Nano, a Bisbi….a todos! A Ramiro porque a pesar de nuestras diferencias, sé que sólo quieres lo mejor.

Gracias a las nuevas personas que han entrado en mi vida. A Pablo Cabeza por su paciencia y sabios consejos.

Y gracias a los que estáis ahí, en mi vida y en los maratones. A Carlitos por quererme. A Pablo, por todo lo que me estás enseñando, por ser mi amigo y por quererme como soy, sin más. A Serunner por vivir esto más intensamente que nadie y contagiarme de tu locura y echarme un cable siempre que te lo pido. A Peter, por sus consejos, sus regañinas, su apoyo, su cariño y por escucharme cuando necesitaba un hombro sobre el que llorar (que no han sido pocas veces) y por alegrarse conmigo de las buenas noticias. A Alberto por decirme “verdades como puños” que no siempre gustan y por nuestros momentos. A Alex por ser como eres, por transmitirme esa felicidad y por haberme demostrado que soy tan importante para ti como tú lo eres para mi. A mis padres y mi hermano, por aguantar mi mal humor, por reírse conmigo y por haberme metido este deporte en el cuerpo.

Y finalmente gracias a mis esponsors, por haber confiado en mi, por no sé qué, a pesar de ser una simple corredora popular que respira maratón por cada uno de sus poros. 







18 abril 2013

...en la boca del lobo



Recuerdo hace ná empezar a echar cuentas de las semanas que quedaban para Mapoma y hacerme los ojos chiribitas pensando en lo que aún faltaba, aunque ya andaba metida en faena. El tiempo corre más que nosotros y ya estamos a las puertas, en la boca del lobo, a 10 escasos días.

Estas dos últimas semanas, para mi, son de relax. Bajando carga que no intensidad. Porque creo que ya llevo bastante paliza como para esperar a la deseada supercompensación.

Y cómo estoy?...pues si me preguntáis esto hace un mes, diría que de PM, a tope, más fuerte que nunca. Hoy, a 10 días no sé ni qué decir. Las sensaciones entrenando no son buenas, el cansancio está ahí y el último mes no ha sido bueno llevándome a un par de semanas de desconcentración sino total sí parcial.

Pero ahora ya está ahí. Creo que aún no me he hecho a la idea de volver a correr un maratón, aunque no dejo de visualizar los últimos km desde Atocha. Ando algo descentrada pero espero el ambiente maratoniano que viviremos la próxima semana me devuelva ese espíritu de lucha del que siempre – creo - he hecho gala.

En cuanto a los entrenos, he bajado ya volumen considerable de km aunque la semana que viene será mucho más evidente. Esta semana creo me acerco de nuevo a los 100. Entrenos de calidad de los que intento minimizar volumen. Mencionar un 1000-2000-3000-4000 del pasado miércoles, o un 5000-2000-5000 del sábado. Ya poco más. Quizás unos 500 el sábado e intentar luego un 5000 a ritmo muy cercano al de maratón para eliminar láctico en fatiga, y poco más.

Estas semanas son más de cuidados y mimos. Intentar comer bien, hidratarse, que con el calor de sopetón, el cuerpo necesita un tiempo de adaptación; luego cada uno tiene sus truquillos o manías. Durante estas 2 últimas semanas yo voy al fisio a que me descargue bien las piernas y la espalda. Una sesión más intensa esta semana y otra más ligerita la última. También me doy un par de sesiones de presoterapia, porque, sobre todo, elimina las toxinas de las piernas que generamos con el entrenamiento. Además este año, al encontrarme pelín más floja, he empezado a tomar Potenciator (que es un energizante a base de arginina). Los rodajes en ayunas ya fuera. Y empezaré a tomar L-carnitina en ayunas desde el domingo, a diario, durante la próxima semana. Manías que tiene una ya adquiridas.

Por lo demás, descansar y dormir mucho son las mejores prescripciones para la semana previa. Nos vemos en Mapoma!!