La semana pasada, tras la Carrera de la Mujer, tocaba bajar la intensidad de los entrenos para llegar fresquita este domingo a Berlín. Como siempre, el lunes rodaje tranquilo, el miércoles entreno de 13km en el que incluímos 4 cambios de 4min, a un ritmo 5” menos que el ritmo de media recuperando otros 4 min y jueves rodaje de 13km.
El rodaje del jueves lo hice con Fran en MonteCarmelo y como terminó algo dolorido del pie, hicimos una visita de urgencia al fisio. Le dijeron que tenía principio de fascitis plantar, y que si quería correr el domingo podía hacerlo pero que después la recuperación sería larga y muy dolorosa. Con ese panorama decidió que mejor no corría. Así que, me fui directa a por el iPod y lo metí en la maleta, sería mi nuevo compañero de Carrera.
El viernes salimos a Berlin a media mañana y por la tarde ya estábamos paseando por Kurfürstendamm y acumulando hidratos con los bretzel.
Pepe y Marisa llegaban bastante tarde. Quedé con ellos el sábado por la mañana a las 9 para salir a rodar un poco y desde el hotel fuimos hacia Tiergarten. Un impresionante parque, que parecía más un bosque por sus frondosos y enormes arboles, con un fantástico terreno para los corredores, ni muy blandito ni muy duro, con esa pizca de humedad necesaria.
Tras estirar en el gimnasio del hotel, nos duchamos y nos fuimos andando a la Feria del Corredor, que organizaban en un Mega Concesionario Mercedes Benz. Recogimos el dorsal, comimos en
Petrocelli y fuimos a echarnos una pequeña siestecilla al hotel. Por la tarde, paseo por la zona de compras de Berlín.
El domingo quedamos a las 7.15 a tomar una café para ya a las 8 coger el metro y llegar a la salida de la Carrera, fijada para las 10 de la mañana. La salida estaba en la zona del Estadio Olímpico y … las fotos hablan por sí solas.
Mientras Fran se quedaba allí con mis cosas, nosotros nos dirigimos a los cajones de salida. Pepe y Marisa se colocaron en el primer cajón y yo me fui al segundo, sola y algo extrañada al no percibir las sensaciones previas a una carrera. Me coloqué en mitad del cajón, rodeada de curiosas miradas de rubios alemanes me puse el iPod; al dar la salida me di cuenta que no tenia ni pensado el ritmo de carrera. Decidí que al ir sola y tener que llegar a meta, lo mejor sería ir por sensaciones. Así que, eso hice, me dejé llevar, y fue lo mejor que pude hacer. Lo único que tenía claro es que la idea era ir a tope hasta la Media y luego dejarse caer. Más que nada porque cuando te piden que acredites una marca, no te piden tu tiempo en 25 km. Nada más salir ya iba adelantando gente. Primer km en 4:35. Ya empezamos, me dije. Pero iba cómoda, con la zancada larga sin apenas sentir desgaste. Y así fueron pasando km: 4:37-4:33-4:31-4:38-4:42-4:42-4:41-4:40, llegando a pasar el 10.000 en 46:24. En ese momento me sentí euforica, 20 s más rápida que en el 10.000 de mi MMP en Media. Esto marcha, me dije. No me dolía nada, no estaba cansada.
Enfilamos Leipziger Straβe para llegar a Postdamer Platz: 4:41-4:40-4:39-4:42-4:42. Y fue a partir del km.16 cuando noté un cansancio extremo en las piernas. Me costaba el doble moverlas y parecía que iba muy lenta. Así que, pensando sólo en llegar a la Media seguí como buenamente pude y con la esperanza de que las piernas se me desbloquearan: 4:50-4:50-4:53-4:54-5:15.Mi paso por la Media fue 1h40min23s. Nada más pisar la alfombrilla me paré. Algo decepcionada porque hasta hace 5km tenía 1h37-1h38 al alcance, aunque contenta de haber rebajado en 4min y media el tiempo que hice en Madrid. Me paré y me puse andar. A los 2 min volví a trotar y volvi a parar en el km.22 para al rato reanudar el trote. Así hasta que vi a Fran en el Km.24 sacandonos fotos. Me paré en seco y le dije: “
Llevas puesto el dorsal?. Pues, venga que nos vamos juntos a meta, que yo voy fatal”. Así que, andando y disfrutando del ambientazo entramos en Meta. Mi tiempo final: 2h10, y es que me llevó media hora completar los últimos 4km. Reconozco que ahora me arrepiento algo de no haber hecho un último esfuerzo esos últimos 4km, de intentar obviar los pinchotazos en los gemelos y haber corrido algo. Terminé 7ª de mi Categoría pero al paso por la Media fui 3ª.
Curiosamente debo reconocer que terminé con mucha hambre y las medias manzanas que daban al llegar me supieron a gloria. La verdad es que no suelo acabar con demasiada hambre tras una carrera, así que es posible que mi carga de hidratos me hubiera abandonado antes de lo que me imaginaba.
Deciros que la Carrera es 100% recomendable y deberíais incluirla en vuestro Calendario en cuanto podáis. La Organización es inmejorable, con los km muy bien marcados. Si de por sí, ya es difícil organizar una sola carrera, imaginar lo que debe ser organizar tres a la vez; sí, porque además de los 25km, se corria una carrera de 10km (con el mismo circuito que el de 25 hasta el km.4 en el que se separaban) y otra de relevos 5x5, en la que los relevos correspondientes esperaban a sus compañeros cada 5km. Además encontramos a muchos españoles, tanto en carrera como animando a lo largo del recorrido.
De vuelta al hotel, nos duchamos y nos cogimos el metro hacia AlexanderPlatz para pasar la tarde por la zona de la Puerta de Brandenburgo. Cenamos en el típico
Maximilians.
El lunes quedamos a las 8.30 para soltar piernas y estirar. El resto de la mañana la dedicamos a las últimas compras.
Nuestro regreso estaba previsto a las 16.30 pero por motivos técnicos EasyJet nos dejó en tierra, obligándonos a buscarnos la vida para poder volver a Madrid. Llegamos ayer martes al mediodía después de encontrar un vuelo vía Kolonia y esquivando las cenizas de la nube volcánica que trae de cabeza a toda Europa.