Está siendo un verano diferente. Muy diferente.
Y en cierto modo, mejor. Mis dos últimos veranos han estado copados de km y
series preparando Maratón.
Berlín en 2011 y Chicago en 2012.
En 2013 ninguno.
MAPOMA ha acabado con muchas de mis fuerzas y
mis energías por muy diversos motivos y sin ser premeditado la temporada
terminó ahí para mi. Otra cosa es que yo no quisiera darme cuenta hasta ver que realmente salir a correr no me apetecía. No me llenaba.
Así llevo un par de meses, sin series, sin
reloj, saliendo a rodar por el simple placer de ver amanecer o por evitar que
el helado se quede ahí dando guerra en la caderas.
Aprovechando este impás, me he dedicado a otros
asuntos que reconozco están llenando uno de los mejores veranos que recuerdo.
Acompañar a Iván y Alex en su viajes, ayudarles en sus
respectivos Ironman, convivir con ellos …ha sido una de las mejores cosas que
me han pasado. Se viven buenos y malos momentos, aquí está su gracia. Me considero
una privilegiada teniéndoles como amigos.
También salen nuevos proyectos, colaboraciones…que
en breve verán la luz. Todo esto me está haciendo que cambie mucho la
perspectiva de ciertos aspectos de mi vida. Relativizo ahora cosas con las que
antes se me caía el mundo.
Es sólo una época de descanso, que el cuerpo me
pidió a gritos.
Vuelvo con energías renovadas.