Correr Definitivamente no es de Cobardes

Correr Definitivamente no es de Cobardes

15 abril 2012

...Cogiendo ritmo



Después de preparar y correr un maratón hay un mito sobre la Supercompensación … la verdad es que o nunca me he puesto a prueba para ver si era verídico o directamente no me lo he creído.

Imagino que tendrá una base científica basada en la teoría de la adaptación o parecido. No me he detenido a investigar, la verdad. Pero esta vez quiero probarme. La elegida es el 10k que se corre casi en paralelo con MAPOMA. Veremos.

No estoy haciendo entrenos especificos para la misma. Mi nuevo entrenador solo me recomienda rodajes no superiores a 1h y algun cambio de ritmo from time to time y en apetencia, vamos un fartlek ruso.

Aun así pensé que un entreno de series me vendría bien, pero solo de pensarlo....ufff...fatiga. Como que aún no me apetece hacer un entreno de series. Y opté por una carrera de 5 km. Suerte tuve porque organizaban un 10.000 los de Menudos Corazones y simultáneamente también se corría un 5000. Perfecto.

Así que madrugué de nuevo para competir. Pero sin prisa y sin ese hormigueo que te acompaña en cada competición. Llegué pronto, recogí el chip y calenté 6.5km por el carril bici de las Tablas-Montecarmelo. Carril bici que me pateo casi todas las mañanas. Me cambié. Y me di bien de crema de calor en la zona de los isquios porque ya me habian dado un pequeño aviso la semana pasada. De hecho, estaba inscrita a la IIIª Media Maraton de Dueñas y no fui por prudencia.


Me coloqué en primera fila de salida. Tocaba darle. Me apetecía. Suena la bocina. Piso alfombra y le doy al POLAR. Enseguida noto algo en los isquios. Y de repente noto como una bola que me salta y me deja la pierna como muerta. Por un instante pienso en irme a un lateral y retirarme. No lo entendia, había calentado y me habia dado crema de calor. Está claro que no es lo mismo correr a ritmo maratón que correr un 5K. Decido seguir, a ver si poco a poco entro en calor. Algo incómoda en la zancada llego al primer km. 3:51. Esto se me va de las manos. Pero sabes qué Rosita? Que son solo 5K. A esto has venido, no? Vas bien? Pues a darle.


Los km 2 y3 son subida progresiva. Conozco bien la zona y me dosifico. Voy con una chica con la que vamos haciendo el tirachinas. Antes de llegar al 3, me pasa Raquel, del Clinica Menorca. Pero no me preocupa porque hablamos antes en la salida y ella corre el 10K. Aun así me obligo a ir tras ella porque el ritmo me interesa. Sin haber visto el km 2 pico el 3 en 8:37. Algo mas lenta de lo programado pero ahi vamos.

Los 2 últimos km tienen algo de subida aunque menos y sí tramos rectos y bajadas en los que voy en modo “cojonetis” por la molestia en los isquios. Prefiero no forzar y mantener controladas a las 2 chicas que van a 5m de mi. Km 4 en 4.08

A 200m del km5 nos separan de los que hacen el 10.000 y voy junto a otra chica a meta. Pero los últimos metros son bajada, hago un intento de apretar pero el isquio duele. La otra chica me mira de reojo y aprieta. Justa vencedora. Otra vez será!!!

Me quedo con haber podido correr a ritmos mas rápidos y tener la sensación de que aun puedo ir más....


Ahora con “emplastes de ibuprofeno, arnika y vasodilatadora” y a esperar que no sea nada importante, porque temí una rotura de fibras, y poder estar en MAPOMA, aunque sea en el 10.000

10 abril 2012

Media Maraton Madrid


Ya han pasado 2 semanas y media desde Barcelona. Vuelta a la rutina. Bendita rutina en la que aún me vienen retazos de escenas, gestos de aquel día. Reconozco que el después me desbordó por recibir tantos y tan buenos mensajes. Me quedo con eso. Porque al fin y al cabo somos personas que trabajamos, que tenemos nuestras obligaciones, que tenemos una vida, que no somos elite, que no vivimos de esto, pero que nos apasiona como si lo fueramos y que con días como aquel te sientes realmente grande, especial…o no?
Pero todo pasa. Abril es el mes maratoniano por excelencia. Este fin de semana hay maratones por todo el mundo. Viena, Rotterdam, París….circuitos muy buenos y especialmente propicios para hacer marcas. De ahí que hayan sido elegidos por algunos de nuestros maratonianos de elite aún en lucha por acompañar a Castillejo en Londres…Yo, no puedo evitar no ser objetiva y apuesto sin lugar a dudas por Pedro Nimo, que se la jugará en París. Llega con muchas ganas, muy motivado y con unos entrenos de órdago. Sé que lo conseguirá!!!

Y la otra plaza?...dificil! pero me decanto por Nacho Cáceres….


Y volviendo a los humildes mortales que a tales velocidades seguro nos desintegraríamos..…después de Barcelona, recuperé sorprendentemente bien. Cierto que el lunes parecía una mix de Chiquito y Quasimodo pero aun así salí a rodar 40min. Y el domingo, aunque inscrita inicialmente en la Media Maratón de Madrid, corrí al final la carrerita de 5km (cambie dorsal en la Feria). La verdad que pensé que no habría apenas nivel, que no tendría que correr muy fuerte. Ya en la salida, rodeada de niñas con las braguitas de clubes, miré al cielo y me dije que me iban a dar pa’l pelo. Son chicas de pista que están acostumbradas a ritmos altos y yo venía de correr un Maratón. Estoy loca, reconozco que pensé. Pero ya allí, tocaba correr. Imaginaos. Pasamos el 2000 en 7.50. Miré el Polar. Esto es una locura. El km3 reculando porque sabia subíamos Moyano donde ya aquí me quedé sin pilas. Aguanté ritmo y ni me adelantaron ni adelanté, así que, todos contentos. Y como entré la 26, bici que me llevé. No hay mal que por bien no venga.

Desde allí me fui al km 13 para meterme con mi padre en la Media. Esa era la idea, pero la multitud de gente era tal que no le vi. Tampoco vi a mi amiga Vane, así que me fui al Retiro donde rodé unos km más.

La Media Maraton de Madrid siempre ha sido mi carrera favorita antes de empezar con la cosa esta que me ha dado con los Maratones. Vamos, que la preparaba más o menos, y no correrla este año ha sido bastante raro. Así que, aquí os dejo la crónica de la misma escrita por mi amigo Manuel Marlasca, conocido periodista de sucesos, colaborador de Espejo Publico, Julia en la Onda, Interviu….y que ha tenido el gesto de enviarme su particular visión de esta carrera:


Media Maratón de Madrid, la carrera que deberíamos amar


Por Manuel Marlasca (@manumarlasca)

Corría el año 2002 cuando debuté en la Media Maratón de Madrid. En aquellos tiempos, la carrera acababa en el difunto estadio Vallehermoso, Nike patrocinaba el evento, a mí nadie me había dicho que era pronador y, desde luego, en la salida no había 13.000 corredores. Conservo el dorsal de aquella primera media –los colecciono–, aunque, contra mi costumbre, no escribí el tiempo que hice, que debió pasar de las dos horas. Por entonces, no era más que un corredor ocasional. El pasado domingo, diez años después, salí junto a otros 13.700 corredores, hice mi mejor tiempo en la distancia –logré correr a 4.59 el kilómetro– y ya hace tiempo que me he convertido en un adicto a este deporte. En los diez años que median entre las dos carreras, he pasado por una complicada operación de rodilla, he sufrido fascitis plantar, periostitis, síndrome compartimental, pero, pese a eso y a los 45 años que cumpliré en octubre, cada día estoy más enganchado al running. En septiembre me espera mi segundo maratón: Berlín. La Media de Madrid ha cambiado casi tanto como yo: Asics reina en la prueba y en los pies de buena parte de nosotros, la meta está en el Retiro, y Vallehermoso es un borroso recuerdo –para los más veteranos– y el nombre de una calle del barrio de Argüelles para los más jóvenes.

Esta Media Maratón de Madrid ha sido la primera carrera que he podido preparar sin que las lesiones me hayan complicado la vida. El trabajo de mi fisioterapeuta –Javier Barrio– y de mi entrenador –Álvaro Valenti– han logrado lo que parecía imposible y durante casi tres meses entrené con un rigor casi militar tres días por semana: rodajes largos, a ritmo de carrera, velocidad… El objetivo era bajar de esos cinco minutos por kilómetro en la distancia, un reto que nunca me había planteado. En la Media Maratón de Valencia 2010 –con un perfil mucho más rápido– me había acercado mucho, pero no lo logré.

La Media de Madrid es una gran carrera, donde casi todo el mundo da la talla: patrocinadores, voluntarios, organización, corredores –la cifra de participación es la más alta de España–, pero, como siempre en esta ciudad, fallan los madrileños. Una ciudad que pretende ser olímpica debería estar orgullosa de una Media Maratón como ésta, de una carrera en la que participó el campeón de España de Maratón, Pablo Villalobos, de una prueba que finaliza en uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad, el parque del Retiro. Sin embargo, en una gran parte de los 21 kilómetros hay una absoluta ausencia de público, que contrasta con el entusiasmo de todos los participantes y de los voluntarios –tuve el honor de que Brenda Martín, una coleccionista de maratones, me diese agua en el kilómetro 5–. Este año, los cinco kilómetros rodeando el exterior del Retiro eran una excepcional oportunidad para ello, que casi nadie quiso aprovechar. Y, por cierto, el cambio de recorrido para evitar la cuesta del Ángel Caído creo que, lejos de suavizar la prueba, la endurece… O al menos eso me pareció a mí, que se me hicieron bola esos cinco últimos kilómetros.

No voy a aburrir a los lectores de ‘Correr definitivamente no es de cobardes’ con mis experiencias en la carrera –soy poco más que un globero–, porque cualquiera de las competiciones de la titular de este blog son mucho más interesantes que la mía, pero sí me gustaría citar el extraordinario ambiente que reinó en la prueba, a la que este año se sumó mucho runner novato, algunos de ellos compañeros de profesión: Juanma Castaño (Cuatro y Cope), Carlos Martínez (Canal Plus y SER), Antonio Lobato (Antena 3)… Ellos, como yo lo hice hace mucho, comprobaron el domingo el contraste de la crispación reinante en el fútbol con la deportividad en estado puro que envuelve al atletismo popular. Juanma y Carlos me comentaba que en sus cuentas de Twitter (@juanmacastano y @carlosplus) solo reciben mensajes alentadores y motivantes cuando hablan de sus entrenamientos; mientras que cuando sus tuits versan sobre fútbol, solo hay agresividad e insultos. Creo que tanto Carlos como Juanma se han convertido ya a la religión del running.

Yo, por mi parte, la seguiré profesando y continuaré haciendo cosas tan extrañas como perseguir durante 21 kilómetros por las calles de Madrid a un tipo con un globo en forma de Bob Esponja atado a la espalda; levantándome a las seis de la mañana con la necesidad casi enfermiza de salir a trotar; leyendo este blog y motivándome con las gestas de su titular; señalando en el calendario de 2013, 2014, 2015 y 2016 las maratones que tengo previsto hacer; estudiando a conciencia los datos que me da mi Garmin Forerunner después de cada entrenamiento y cada carrera; manejando con soltura en mi vocabulario palabras desconocidas para los ajenos a este religión como Kayano, Mizuno, Saucony o Under Armour…; y, seguro, volveré a la Media Maratón de Madrid, la carrera que todos los madrileños deberíamos amar.