Correr Definitivamente no es de Cobardes

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09 enero 2009

Ácido Láctico

Existe la tendencia a creer que el ácido láctico, sea un enemigo del atleta o de cualquier que desarrolle una actividad física. Al ácido láctico se le culpa, especialmente por surgir fatigas de todo tipo y por los dolores musculares. Su presencia en la sangre, en efecto, indica que en los músculos se ha producido energía con un mecanismo energético que no tiene necesidad de oxígeno, pero que determina, la formación del ácido láctico que, superando la membrana de la fibra muscular, se vuelca en la sangre.

Si es baja la concentración de ácido láctico que se encuentra en la sangre después de que un atleta ha efectuado un esfuerzo durante el cual se ha empeñado al máximo, significa que ha derivado poca energía del mecanismo que determina la producción. Y esto seguramente no es un aspecto positivo, especialmente en las disciplinas deportivas en las que los resultados dependan enormemente de la eficiencia del mecanismo del ácido láctico, por ejemplo los 400, los 800, y los 1500 metros de la atlética ligera, todas las pruebas de canotaje, los 100 y los 200 metros de la natación, etc. Quien compite en estas pruebas y produce poco ácido láctico está destinado a obtener resultados muy escasos.

Una vez que ha pasado a la sangre, el ácido láctico va poco a poco eliminado.
El corazón, por ejemplo, lo usa como combustible, igual que hacen algunos músculos poco empeñados; los riñones y el hígado lo transforman en glicógeno.
En un atleta entrenado, ya después de siete minutos la mitad de lactato ha desaparecido de la sangre. En cualquier caso, aunque va producido en cantidades enormes, en pocas decenas de minutos del final del esfuerzo, todo el ácido láctico va metabolizado.
Los dolores musculares del día después no son causados, como alguno cree, por el hecho de que en ellos exista todavía ácido láctico (aunque si, en verdad, ello puede determinar en las, especialmente para quien no está entrenado, lesiones que necesitan un poco de tiempo para ser curadas).
El ácido láctico es, sin duda, un fenómeno que, actualmente, fuera del deporte, se verifica siempre menos. Es, en cualquier caso, totalmente fisiológico.
Si acaso hay que recordar que los entrenamientos (y con mayor razón las competiciones) que determinan una fuerte producción de ácido láctico, provocan asimismo un stress notable.

Se tenga en cuenta que en el cuerpo el ácido láctico no existe como tal, desde el momento que, enseguida de haberse formado, se disocia en un ión de hidrógeno cargado positivamente (H+) y en un ión lactado cargado negativamente (LA-). Es sobre todo el ión hidrógeno (H+) que crea molestias al organismo por el hecho de que su acumulación en las fibras y en la sangre determina un aumento de la acidez, que consiguen una disminución de la eficiencia de los músculos y también una reducida eficiencia del cerebro (cuando existe una elevada producción de lactato, por ejemplo, los reflejos son más tardíos). El otro ión, el lactado (LA-) crea un menor número de problemas. Es la tasa de tales sustancias la que viene medida en la sangre.

El ácido láctico, o su forma ionizada, el lactato, también conocido por su nomenclatura oficial ácido 2-hidroxi-propanoico o ácido α-hidroxi-propanoico, es un compuesto químico que juega importantes roles en diversos procesos bioquímicos, como la fermentación láctica. Es un ácido carboxílico, con un grupo hidroxilo en el carbono adyacente al grupo carboxilo, lo que lo convierte en un ácido α-hidroxílico (AHA) de fórmula H3C-CH(OH)-COOH (C3H6O3). En solución puede perder el protón y convertirse en el anión lactato.

El ácido láctico es un quirómero, por lo que posee dos isómeros ópticos. Uno es el dextrógiro ácido D-(-)-láctico o d-ácido láctico (en este caso, el ácido (R)-láctico]]; el otro es el levógiro ácido L-(+)-láctico o ℓ-ácido láctico (en este caso, ácido (S)-láctico), que es el que tiene importancia biológica. La mezcla racémica (cantidades idénticas de estos isómeros) se llama d,ℓ-ácido láctico.





Importancia biológica
El ácido ℓ-láctico se produce a partir del piruvato a través de la enzima lactato deshidrogenasa (LDH) en procesos de fermentación. El lactato se produce constantemente durante el metabolismo y sobre todo durante el ejercicio, pero no aumenta su concentración hasta que el índice de producción no supere al índice de eliminación de lactato. El índice de eliminación depende de varios factores, como por ejemplo: transportadores monocarboxilatos, concentración de LDH y capacidad oxidativa en los tejidos. La concentración de lactatos en la sangre usualmente es de 1 o 2 mmol/l en reposo, pero puede aumentar hasta 20 mmol/l durante un esfuerzo intenso.



El aumento de la concentración de lactatos ocurre generalmente cuando la demanda de energía en tejidos (principalmente musculares) sobrepasa la disponibilidad de oxígeno en sangre. Bajo estas condiciones la piruvato deshidrogenasa no alcanza a convertir el piruvato a acetil~CoA lo suficientemente rápido y el piruvato comienza a acumularse. Esto generalmente inhibiría la glucólisis y reduciría la producción de Adenosín trifosfato (ATP, sirve para acumular energía), si no fuera por que la LDH reduce el piruvato a lactato:



piruvato + NADH + H+ --> lactato + NAD+



El proceso de la producción de lactato es regenerar la dinucleótido adenina nicotinamida (NAD+) necesario para la glucólisis y entonces para que continúe la producción de ATP.



El incremento de lactato producido puede eliminarse de diversas formas: la oxidación a piruvato en las células musculares bien oxigenadas, que es usado directamente para completar el ciclo de Krebs y convertir la glucosa a través del ciclo de Cori.
La fermentación de ácido láctico también la produce las bacterias Lactobacillus. Estas bacterias pueden encontrarse en la boca, y puede ser las responsables del progreso de la caries previamente iniciada por otras bacterias .

En medicina
En medicina es uno de los compuestos de solución láctica de Ringer, que es una solución que se inyecta introvenosamente a las personas cuando han sufrido una pérdida de sangre a causa de un trauma, cirugía o quemadura.

Ejercicio y lactato


Durante el ejercicio intenso, cuando hay demasiada demanda de energía, el lactato se produce más rápidamente que la capacidad de los tejidos para eliminarlo, y la concentración de lactato comienza a aumentar. Es un proceso benéfico, porque la regeneración de NAD+ asegura que la producción de energía continúe, y así también el ejercicio.



Al contrario de lo que mucha gente cree, el incremento de la cantidad de lactato no es causante directo de la acidosis ni es responsable de las agujetas. Esto se debe a que el ácido láctico no es capaz de liberar el catión hidrógeno, y en segundo lugar porque la acidez del lactato (ácido láctico) no se produce bajo condiciones normales en los tejidos vivientes. Análisis de la ruta glucolítica indica que no hay suficientes cationes hidrógenos presentes como para formar ácido láctico o cualquier otro tipo de ácido.



La acidosis que muchas veces se asocia a la producción de lactato durante ejercicios extremos proviene de una reacción completamente distinta y separada. Cuando se hidroliza (se "separa" en agua) el ATP se libera un catión hidrógeno. Este catión es el principal responsable de la disminución del pH. Durante ejercicios intensos el metabolismo oxidativo (aerobiosis) no produce ATP tan rápido como lo demanda el músculo. Como resultado la glucólisis se transforma en el principal productor de energía y puede producir ATP a altas velocidades. Debido a la gran cantidad de ATP producido e hidrolizado en tan poco tiempo, los sistemas buffer de los tejidos se ven agotados, causando una caída del pH y produciendo acidosis. Éste es uno de los factores, entre tantos, que contribuye al dolor muscular agudo experimentado poco después del ejercicio intenso.



Aunque no está firmemente establecido, es posible que el lactato pueda contribuir a un efecto acídico, a causa de la fuerte diferencia de iones. No obstante, no ha sido determinado completamente en investigaciones de ejercicios físicos, y por eso su contribución sigue considerándose incierta.



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